

Conclusiones/Reflexiones:
- El DIO sigue siendo un problema de nuestros pacientes que lentamente vamos aprendiendo a solucionar
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Todos tenemos que considerar nuestra capacidad para lograr vencer las barreras que existen para su correcto manejo.
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Es nuestra responsabilidad educar a los pacientes en el autocuidado (nadie más lo hará)
- Debemos exigir a las autoridades sanitarias el apoyo y los recursos necesarios
- Debemos solicitar la ayuda de la industria farmacéutica para la formación continuada que necesitamos los profesionales
sanitarios.
- Hagamos un esfuerzo común por poner en valor los tratamientos de soporte frente a la seducción incesante de las
nuevas terapias antitumorales
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RECORDAD: Tenemos una responsabilidad con nuestros pacientes que va más allá de buscar su supervivencia
CONSENSO BAR-DIO:
¿Por qué no tratamos bien el DIO?
Identificación de barreras y
propuesta de soluciones